domingo, 4 de agosto de 2013

Rita y yo



Hace algunos meses – el 28 de enero - se fue uno de mis mejores amigos  y mascotas que he tenido: Rita, una hurona de color café que me acompañó a lo largo de ocho años, desde mi último año de secundaria hasta mi graduación de universidad. Me encantaba abrazarla y verla dormir; aunque siempre que yo me dormía en mi habitación, ella caminaba y hacía un desastre, como morderme las  manos, no sé con qué propósito, quizá que me despertara.


Creo que pasaba más tiempo con ella que con cualquiera, siempre en mi cuarto mientras hacía tareas, dormía, en la computadora…

Originalmente, cuando buscaba un hurón, quería que fuera niño pero en cuanto vi a “ese hurón negro y pequeño”, no me importó si era hembra o macho, así que me la traje. Mi madre se burló durante un tiempo porque estaba sin pelo.

Le agradezco todos los momentos felices que brindó y que no se enfadaba – tanto- de que la abrazara.


Hace tiempo que quiero hacerle un post y poner varias fotos de nosotras pero no sé por qué no lo había hecho. Ayer comencé por segunda vez un juego que me gusta mucho y me di cuenta que la “hada que siempre te acompaña” podía escogerla de varias y una de esas hadas es un hurón. Ya se imaginan cuál escogí.