sábado, 5 de mayo de 2012

Leer el sol



     Una luna tan grande como el sol. Un poema sin escribir. Palabras ardientes que se esfuman con la mirada y un rostro que nada en la eternidad. Sueños que sólo se cumplen en el deseo y se olvidan por la mañana. Una mujer que limpia las ventanas de la imaginación sin quitar el polvo del ayer. Sombras que surgen de la boca y emiten gritos que se escuchan en el vacío. No mires lo que no puedes sentir. Escribe cada línea sin pensar, aun si estás sentado en una banca recién pintada. Las olas maúllan y el viento deja pasar las ambulancias que se pierden en la obscuridad. No volveré a leer lo que ya sé. Una libertad que se anida en el pensamiento. Esencia en la tierra pero no en las dudas.  La sangre que cae del alma se deshace al tocar el cielo. Personas con sombrero para que no vuelen las ideas y un espejo que refleja lo que no hay. Que escuchen los ojos y hablen las orejas. Desnuda hasta las uñas. Permite que el sol te queme y la nieve te congele.  Cada color es una fantasía, cada bostezo cumple una. Deja que el silencio conozca tus pecados pero confiésalos a una semilla y que de ésta nazcan raíces que formen un árbol tan grande como tu ser. Lanza al mar cada beso que no diste.  Roba lo que hay en las azoteas, limpia las dentaduras podridas. Saca cada fuego sin apagarlo. Se una luna más grande que el sol. 

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