Hace aproximadamente dos meses una amiga me recomendó que viera la película "Comer, rezar, amar" para los días tristes, argumentando que me sentiría mejor conmigo, quizá entendería algunas cosas y me serviría de entretenimiento. La vi. Es de esas películas en cierta parte "típicas hollywoodenses" pero he de admitir que me elevó mucho el ánimo. Iba a hacer este post al día siguiente de verla, sin embargo, lo guardé para otro día en que no me sintiera con la mejor autoestima del mundo y pues aquí esta. Quiero ver de nuevo la película - y a Bardem- pero creo que la dejaré para otro día en que me regrese la tristeza, espero no pronto.
Algunas de las partes que más me gustaron:
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